La Medicina Tradicional China se genera hace miles de años a partir de la observación de la naturaleza, y los seres que la habitan, por lo tanto los sucesos o fenómenos naturales fueron su escuela.Así la estrecha relación entre el hombre y su hábitat, determinaban los cambios de su fisiología, influidos directamente por estos fenómenos, causantes de patologías o desequilibrios, en los flujos de energía, que surcan el cuerpo, a modo de ríos, lagos y mares, según descubrieron los antiguos chinos.
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Dichos flujos energéticos podían ser encausados o reequilibrados gracias a diversas técnicas, siendo la mas conocida de esta medicina a nivel mundial, la “Acupuntura”, la palabra deriva del latín: "Acus" aguja, y "Punctus" punción, dichas agujas se componen de diversos materiales como el oro, la plata, el acero, etc, en los definidos puntos o acupuntos que se encuentran distribuidos a lo largo de los meridianos o rutas de la energía en el cuerpo, cumpliendo la función de reguladores de la misma.
Su aplicación se basa en la teoría o principios del “YIN-YANG”, el principio de los opuestos complementarios, que definen el “Tao o Camino”, de cada individuo en todos los aspectos de su existencia, ya que representa el equilibrio o la salud propiamente dicha.
Este equilibrio se encuentra afectado, cuando se bloquean los meridianos de la energía, manifestándose entonces la enfermedad, y es en este punto cuando entra en acción el medico acupunturista, que va a reequilibrar con sus agujas y un conocimiento milenario, las energías del cielo y de la tierra, para devolver el orden natural a aquellos que lo hayan perdido, así como prevenir la aparicion de la enfermedad, que es la meta principal de esta medicina, evitar que la enfermedad llegue a manifestarse, lo que representa la excelencia profesional, ya que tratar de curar lo que se a permitido instalar o arraigarse, demuestra la mediocridad de cualquier tipo de medicina.
En resumen estos "ríos de energia" transportan el hálito vital o “CHI” hacia los órganos, tejidos, músculos, huesos, líquidos, células y todas las estructuras del cuerpo, dándoles vida y función, el correcto flujo del Chi es firme, continuo y estable, cuando el estado del organismo es saludable.
