La palabra "aura" no es sino otro nombre de la "fuerza" o "radiación". Cada sustancia en el universo tiene un aura de radiación, así los minerales, plantas y animales, por lo tanto nuestros propios cuerpos, están conformados por la energía universal, y así la emitimos o retransmitimos nuevamente al universo.
Los flujos de la fuerza que atraviesan cualquier forma material son partículas infinitesimales cargadas con esa fuerza.
Todo en el universo está constantemente emitiendo partículas de energía y todo se encuentra interrelacionado en el universo y el factor común es la energía, la cual en oriente es llamada por los chinos “Chi”, en India “Prana”, en Grecia “Pneuma”, y así recibe distintos nombres alrededor del mundo.
Esta energía es una sustancia universal de la cual formamos parte, nos creamos a partir de ella, nos fundimos en ella y en conclusión somos ella misma. Materia y energía representan “uno y lo mismo”, (dos aspectos de una misma realidad).
Todo lo que nos rodea, esta constituido por átomos, los cuales se encuentran ligados entre sí, por una fuerza, energía o Chi, por lo tanto es la esencia de nuestra existencia, algo que las culturas orientales desde las épocas más remotas ya sabían, y basaron su comprensión de la vida, a partir de las enseñanzas que la naturaleza les brindó y ellos comprendieron o decodificaron, desde la observación y el sentir.
Los flujos de la fuerza que atraviesan cualquier forma material son partículas infinitesimales cargadas con esa fuerza.
Todo en el universo está constantemente emitiendo partículas de energía y todo se encuentra interrelacionado en el universo y el factor común es la energía, la cual en oriente es llamada por los chinos “Chi”, en India “Prana”, en Grecia “Pneuma”, y así recibe distintos nombres alrededor del mundo.
Esta energía es una sustancia universal de la cual formamos parte, nos creamos a partir de ella, nos fundimos en ella y en conclusión somos ella misma. Materia y energía representan “uno y lo mismo”, (dos aspectos de una misma realidad).
Todo lo que nos rodea, esta constituido por átomos, los cuales se encuentran ligados entre sí, por una fuerza, energía o Chi, por lo tanto es la esencia de nuestra existencia, algo que las culturas orientales desde las épocas más remotas ya sabían, y basaron su comprensión de la vida, a partir de las enseñanzas que la naturaleza les brindó y ellos comprendieron o decodificaron, desde la observación y el sentir.
Esta energía que nos compone debe mantener un equilibrio, cuando este se altera por distintas circunstancias, nos encontramos ante lo que llamamos enfermedad o desequilibrio para los orientales, así y al inversa nuestra energía también afecta nuestro entorno, y en otros niveles mas sutiles, podemos afectar todo lo que nos rodea, mas allá de lo físico, tan solo con el aura de nuestra presencia, como con nuestros pensamientos que nos son mas que flujos de energía, capaces de transformarse en partículas y desplazarse, a través del espacio y el tiempo, teniendo la capacidad de afectar otras energías o la materia misma, un ejemplo de ello y estudiado por la ciencia, es el poder de la oración, donde la intención logra restaurar la salud de personas enfermas, a modo de ejemplo comprobados científicamente.
Así como en Japón un experimento realizado por Massaru Emoto, un investigador de las propiedades energéticas del agua, demostró la capacidad de purificar el agua de un lago, solo con la oración.
Continuará
Imagen: flickr 1 - 2