El Ginseng es famoso por sus efectos inmunológicos que han sido confirmados y definidos por un estudio reciente, pero uno de sus componentes activos, los ginsenosidos, pueden desempeñar un papel fundamental en sus diversas acciones fisiológicas.
Los investigadores que escribieron en BioMed han demostrado que la hierba, muy utilizada en la medicina tradicional china y otras de Asia, tiene potentes efectos anti-inflamatorios.
Las Raíces de ginseng contienen varios principios activos: ginsenosidos, polisacáridos, péptidos, alcoholes poliacetilenicos y ácidos grasos, que han demostrado tener efectos diferentes sobre el metabolismo de carbohidratos y lípidos, así como sobre la función del sistema neuroendocrino, inmunológico, cardiovascular y el sistema nervioso central en seres humanos.
Estudios anteriores han demostrado que el ginseng y sus componentes activos son potentes inmunomoduladores, cuyos efectos se deben en su mayoría a la regulación de la producción de citoquinas y las actividades de fagocitosis de los monocitos / macrófagos y células dendríticas, así como la activación de los linfocitos T y B o celulas defensivas del organismo.
Los Ginsenosidos y las saponinas esteroides, son los principales compuestos biológicamente activos del ginseng, contando con más de 30 que han sido identificados hasta la fecha y que son los responsables de luchar contra los procesos inflamatorios.