Controlar la frecuencia cardíaca es muy familiar para los practicantes de Chi gong, ya que este arte se basa en la respiración para armonizar los distintos sistemas del cuerpo, incrementando el Chi y haciéndolo fluir a través de los meridianos y canales energéticos, para desbloquearlos restableciendo así la armonía o salud.
Chi Gong literalmente usa la mente para dirigir el "Chi" o la bioenergía desde el punto de vista occidental, controlando la respiración que permite la fluidez de la energía.
Cuando el flujo de Chi es constante nuestro sistema inmunológico es más eficiente, favoreciendo así todos los procesos naturales de auto curación, por ello el control es la base de este arte milenario.
Así el Chi Gong nos permite alcanzar un equilibrio unificando la mente con el cuerpo, a través del Chi que es el encargado de semejante tarea, cuando esto se produce las distintas funciones se estabilizan y optimizan, así el ritmo o frecuencia cardiaca se ve inmediatamente afectado alcanzando el equilibrio, traduciéndose en una relajación inmediata que trae aparejada la paz interna y con ella todos los beneficios que se traducen en el control de la presión arterial y el sistema nervioso.
Siete pasos Chi Gong para disminuir el ritmo cardiaco:
1. Enderece la espalda
2. Relaje los hombros
3. Mantenga su cabeza erguida, direccionando levemente el mentón hacia el pecho, estirando las vertebras del cuello (cervicales).
4. Dirija la mirada hacia el frente, como si mirara sin mirar, al infinito
5. Relaje la mandíbula, dejando caer levemente
6. Sujete suavemente la punta de tu lengua contra el paladar
7. Inhale por la nariz profundamente llevando el aire al bajo vientre y exhale por la boca muy suavemente (doble de tiempo en relación con la inhalación).