El ajo negro se puede considerar como un antiguo secreto muy bien guardado por la cultura coreana, que desarrollo el método para su elaboración y a través de cual potenció exponencialmente las propiedades curativas de este bulbo, considerado de por sí como una panacea para la salud, ya que actúa beneficiando prácticamente todos sus niveles.
Hoy el ajo negro se ha extendido a nivel mundial y una gran batería de estudios han revelado sus impresionantes propiedades nutricionales, multiplicadas por
el proceso de fermentación que le brinda el color característico.
El ajo es sometido a un proceso de "fermentación" que se aplica sobre los bulbos enteros frescos, en un ambiente de humedad controlada a temperaturas de aproximadamente 140 y 170 grados F, por un lapso de 30 días. Una vez que se retira del calor, los bulbos se dejan oxidar en una habitación por otros 45 días, proceso que le brinda a los dientes de ajo ese color negro distintivo y un textura suave y delicada, con sabores que se pueden asociar a un "vinagre balsámico" o a la "salsa de soja", con un sabor dulce aciruelado.
El proceso coreano para obtener el ajo negro, genera una transformación en la que no se implican procesos microbianos-específicamente, la degradación enzimática y la reacción de Maillard son responsables de la caramelización de los azúcares, del color oscuro y el complejo sabor.
Los compuestos naturales del ajo fresco se transforma en toda una nueva gama de compuestos extremadamente antioxidantes, que se duplican, por lo tanto brindaría el doble de beneficios para la salud que el ajo blanco.
Protección contra el cáncer y beneficios sobre el colesterol
Según un estudio llevado a cabo en año 2009, investigadores japoneses descubrieron que el ajo negro era más eficaz que el ajo fresco en la reducción del tamaño de los tumores. El estudio fue publicado en la revista Plantas Medicinales y Aromáticas de Ciencia y Tecnología .
En otro estudio, se encontró que el ajo negro presentaba el doble de antioxidantes y altas concentraciones de compuestos sulfurosos, especialmente uno en particular, conocido como S-allylcycteine, sobre el cual la ciencia ha demostrado que brinda una serie de beneficios para la salud, entre los que se incluyen la inhibición de la síntesis de colesterol.
Una delas ventaja del compuesto generado en el ajo por su fermentación, es que se absorbe con mayor facilidad a nivel intestina y mucho más estable que la alicina del ajo crudo, siendo un 100 por ciento biodisponible.
Protección contra las infecciones
El ajo blanco contiene compuestos antimicrobianos, agentes antibióticos y antifúngicos, siendo el ingrediente activo, la alicina. En el ajo negro, contiene además S-allylcysteine producida a partir de alicina, que ayuda a metabolizarlo más fácilmente, haciéndolo más rápido en su acción protectora contra las infecciones.
Protección de enfermedades
Los antioxidantes protegen las células de la enfermedad y se cree que ralentizar el proceso de envejecimiento, de acuerdo con un gran variedad des estudios científicos y debido a que el ajo negro duplica su capacidad antioxidante ofrece una mayor protección ante las enfermedades al luchar contra los radicales libres, generadores de las enfermedades más graves, entre ellas el cáncer.
Los radicales libres en exceso son capaces de dañar las células afectando su ADN lo que conduce al desarrollo de enfermedades cardiacas, enfermedad de Alzheimer, problemas circulatorios, artritis reumatoide y otras enfermedades crónicas graves.
Otras Características que lo hace especial
El ajo convencional así como las cápsulas emiten un fuerte olor que muchas personas no soportan y por ello no lo consumen regularmente, pero en el caso del Ajo negro, esto no sucede ya los olores no existen y puede ser consumido sin este problema por cualquier persona, beneficiándose de todos los beneficios mencionados.
